Hay mucha competencia en mi profesión y casi se ha vuelto un commodity. Pienso que en mi caso, al ser una profesionista independiente desarrollo una gran empatía con el cliente, me comprometo y de inmediato formo parte de su equipo. Me gusta que me vean como una mano derecha, no como un proveedor más sino como un socio de negocios, confiable porque siento que su empresa es la mía y que si el cliente tiene éxito, lo tendré también y lo sentiré como propio. Me vuelvo una parte de su equipo de trabajo.
No me interesa tener muchísimos clientes (tampoco uno solo porque no quiero poner todos los huevos en una sola canasta) sino un número de clientes con quienes trabajar en armonía, que sean confiables y razonables en la medida de lo posible y poderlos atender de una forma personalizada. Me gusta disfrutar mi trabajo y la ventaja de trabajar sola es que puedo elegir con quien colaborar.
Al ser una consultora independiente, un valor importante es la flexibilidad, ya que puedo adaptarme a diversas industrias, formas de trabajar y, sobre todo, presupuestos para darles la oportunidad a aquéllos clientes que no son multinacionales pero quieren blindar o promover su empresa o marca.
Mi reputación ha sido intachable desde que inicié mi carrera y deseo conservarla. Me interesa seleccionar a los clientes para que vayan acorde con mis valores y que juntos logremos resultados positivos. De modo que no podré decir que si a todo si esto compromete mi reputación o la de mi cliente, sin embargo, puedo ofrecer alternativas sobre cómo lograr ciertos resultados de alguna otra manera
We use cookies to analyze website traffic and optimize your website experience. By accepting our use of cookies, your data will be aggregated with all other user data.